Ucrania: Los yanquis siempre mienten

En política la verdad es la virtud del pueblo humilde, deseamos paz y trabajo al pueblo ucraniano y a todos los pueblos.

Humberto Vargas Carbonell *

Porque hoy es 14 de febrero pasado mañana, obviamente, será 16. Así es la articulación aritmética del almanaque. Pero en este almanaque de la historia nada es sencillo, son más bien complejas y muy peligrosas. Son tan peligrosas que para entonces podría desatarse una guerra pequeña, con pocos muertos según la inmoral lógica de los guerreristas o podría también iniciarse una guerra nuclear capaz acabar con la civilización humana o con todos los humanos. Estas posibilidades son estremecedoras, pero son ciertas, aunque no tan visibles para la sociedad de un país pequeño en un mundo de países pequeños, como es nuestro caso.

Una muerte provocada por ambiciones poder o de dinero es una imperdonable ofensa al género humano. Este tipo de tragedias y de ofensas inhumanas han estado presentes en la historia, desde que apareció la propiedad y con ella las ambiciones desmedidas.

Hay una anécdota que viene al caso, por el peligro de ahora y por la inmensa inteligencia del personaje.

Cuentan que una ocasión le preguntaron a Alberto Einstein que cómo sería la “tercera guerra mundial» y el sabio contestó: no lo sé pero sí le diré cómo será la “cuarta” y aclaró: será con garrotes y con piedras.

Agregaría, humildemente, desde mi pobre cosecha intelectual, también es posible que no haya “cuarta” porque terminados los humanos acabarán las disputas por la riqueza y por el poder. No habrá humanidad.

Lo posible es una tragedia, puede que pequeña o grande o también final y definitiva.

Retorno al almanaque.

Hace muchas semanas, casi meses, el Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que, pasado mañana, 16 de febrero, el ejército ruso que, lamentablemente ya no es rojo, invadirá Ucrania y que Estados Unidos empleó todo su poderío para defender el país que ahora quiere colonizar.
Los rusos han encontrado los métodos más raros y originales para desmentir la propaganda gringa. Conversaciones con el propio Biden y con otros personeros del Gobierno yanqui para desmentir la afirmación. Inútil el esfuerzo que se repite hasta el cansancio, en todo el orbe, Rusia no ha decidido y, ni siquiera pensado, en invadir a los ucranianos el 16 de febrero. Los subalternos de Biden y el propio presidente mantienen su afirmación.

¿Qué ocurrirá en Ucrania—y puede ser en todo el mundo—pasado mañana? Ya son menos de 48 horas. Nadie ha preguntado a los gringos cuáles son sus planes.

El Presidente de Ucrania no cree en la invasión rusa. Tampoco sus ministros de Seguridad y de Relaciones Exteriores. Los primeros daños los está produciendo la falsa propaganda montada por los imperialistas.

Los gringos vendieron sus armas viejas e inservibles. Ucrania las pagará con el hambre de los ucranianos.

Los anuncios bélicos tienen una primera víctima que es el pueblo ucraniano. Ese precio lo pagarán los trabajadores y los más pobres, al igual que en cualquier otro país capitalista.

Estamos seguros que se pondrán en evidencia las mentiras yanquis. Usan las mentiras para someter a muchos pueblos, a unos los esclavizan y en otros crean verdaderas epidemias de idiotismo político. Esa es la “fuerza” de la falsedad convertida en arma política. Así a base de mentiras han sometido a muchos pueblos; en Latinoamérica algunos sometidos al monroísmo, que es una manifestación de esquizofrenia política. Mintieron para acabar con Yugoeslavia, mintieron para el crimen de Vietnam, mintieron para invadir Iraq y para el ahorcamiento público de Sadam Hussein, mintieron para destruir Libia, en base a falsedades han mantenido el bloqueo a Cuba y la criminal conducta contra Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
Esta es una política genocida.

Rusia no invadirá Ucrania, ni el 16 de febrero ni en ninguna otra fecha en las condiciones actuales.
Es posible que los gringos digan que la invasión no se produjo gracias a su solidaridad. Es un viejo juego del imperialismo en crisis. Usan la lógica del matón del barrio para obtener favores electorales, de los cuales está necesitado Biden.

Si es cierto que los réditos de la escalada no los recibirá Biden. No serán en su beneficio porque le tocó la Presidencia en una crisis generalizada del imperialismo. La lógica imperial convierte la crisis económica y política en más agresividad. Con cambios en las condiciones concretas, todos los imperios agotados se hacen más agresivos, más violento y más criminales. La violencia inhumana del imperio genera mayor violencia militar, política y cultural. La prisión de Guantánamo es un campo de concentración sin diferencias esenciales a los campos del fascismo hitleriano. El mundo ha estado lleno de cárceles gringas secretas, principalmente en los países de la Europa cristiana e inquisitorial y por lo mismo falsa defensora de los derechos humanos.

La Europa subordinada a la Nato y a su jefe militar verdadero que reside en la Casa Blanca, que no es más que uno de los muchos “sepulcros blanqueados” de los que habla la Biblia: blancos y relucientes por fuera, pero llenos de podredumbre y vomitivos por dentro. Esa es la imagen exacta de los dirigentes del imperialismo yanqui y de los subimperialismos europeos. Sancionan a otros siempre a base de mentiras, pero llevan la podredumbre moral y el crimen por dentro. Son siglos de crímenes espantosos contra los pueblos; fingen ser defensores de los derechos humanos, pero viven pegados a la faltriquera de los criminales yanquis. Son pequeño apéndice del asesino mayor, el sometimiento es su única “virtud” sirviendo de segunda voz en el coro de un mundo en crisis. A los yanquis y a los europeos los arrastrará a la corriente de los albañales el nacimiento de un mundo nuevo.

Ese mundo nuevo nacerá, nadie podrá evitarlo.

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*Secretario General del PVP

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