El país es el pueblo y no el mundo de los grandes millonarios

Por: Humberto Vargas Carbonell

La Caja Costarricense de Seguro Social está en la primera línea de fuego en la lucha contra la pandemia del coronavirus. Sus soldados son los médicos, los trabajadores de enfermería y todos los empleados esa institución. Todos son heroicos e imprescindibles. Merecedores del respeto y la consideración de todos los costarricenses. Están salvando vidas, haciendo frente a una pandemia.

Sin esta institución y sin esos combatientes, estaríamos lamentando una tragedia infinitamente mayor que la que ya estamos padeciendo.

Puede alguien imaginar siquiera cuáles serían los efectos del brutal ataque de la naturaleza sin ese ejército de valientes trabajadores de la Caja.

Unos cuantos -solamente unos cuantos- tendrían servicios médicos en hospitales privados, el resto de la población estaría en absoluto desamparo. El país más rico del mundo está soportando una tragedia, ya sin parangón, por la ausencia de una medicina igual para todos.

Resulta que en Costa Rica -pese a notorias deficiencias administrativas- todos los enfermos son iguales en lo fundamental: hombres, mujeres, niños, adultos y viejos y también los ricos que se acomodan en sus servicios. Nadie está pensando cuántos colones le costará la recuperación de su salud. Esta es una virtud nacional, que nació en los cuarentas, en horas mejores para el pueblo a pesar de la brutal oposición política de aquel momento.

Mi estimado y respetado amigo Mario Devandas, en buena hora representante del movimiento sindical en la Junta Directiva de la Caja, nos ha informado, que, en una reunión de ese organismo, cuando se analizaba el problema de la deuda del Estado, El Ministro de Hacienda y el presidente del Banco Central expresaron que no se podía hacer nada y agregaron: “que el país no puede quebrar para salvar a la Caja”

Salvar a la Caja significa salvar vidas, la de todos los que estén en riesgo de perderla. Esto significa salvar al pueblo de Costa Rica, salvar al país.

Pero el Ministro de Hacienda (recién llegado) y el presidente del Banco Central, están pensando en otra Costa Rica, la de la pauta neoliberal.

Las ganancias de los multimillonarios y de los monopolios extranjeros, esa no es nuestra Costa Rica. Es la de esos señores, pero solo de ellos, que no son el pueblo.

Gracias, Mario y a seguir luchando.

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