Muelles de Costa Rica: ¿Evidencia de la corrupción politiquera?
Es urgente la construcción de esa Unidad Popular que cambie el estado de corrupción que vivimos.»
Por: Martín Rodríguez Espinoza
Periódico Libertad
No cabe duda de que cada país debe velar por aquellos elementos que protejan su soberanía, seguridad y desarrollo, aquello que garantice la alimentación, el ingreso económico y el desarrollo tecnológico y de infraestructura que salvaguarde a la Nación de los vaivenes y manipulaciones del comercio internacional.
Los muelles, como la producción agrícola, el agua y la naturaleza en general, son de trascendental importancia para la soberanía nacional. Por los muelles de Costa Rica ingresan y salen los productos que contribuyen al desarrollo nacional, produce la riqueza necesaria para invertir, y la producción agrícola es tan elemental como la vida misma, es garantizar al pueblo costarricense los alimentos y no depender de aumentos de precios y especulación internacional de las grandes transnacionales.
Lo preocupante es que la mafia politiquera nacional, en su afán de engordar sus billeteras, está vendiendo el país a pedazos. Primero con la privatización de empresas nacionales como la producción y mercadeo de semillas, de cemento, de construcción de obra pública, de transporte, y ahora de servicios de salud, educación, electricidad, entre otros.
Los muelles de Puntarenas fueron entregados a manos extranjeras, la riqueza que produce la importación y exportación ya no se queda en Costa Rica, sale del país. Aumentó el desempleo, la pobreza, los suicidios y la miseria.
Ahora en Limón, tienen la misma receta.
La Misión de Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica, Japdeva, indica que es “Una empresa de servicios portuarios con prerrogativas de autoridad portuaria, facilitadora del comercio exterior, que promueve el desarrollo socioeconómico del caribe costarricense.”, y agrega que “Las políticas institucionales se encuentran directamente vinculadas con los planes nacional de desarrollo, nacional de transportes, plan maestro portuario y de desarrollo regional: competitividad y ordenamiento territorial, así como con los valores institucionales y normas regulatorias vigentes.”
Además agrega que su objetivo es “Orientar la gestión hacia la promoción del desarrollo a través de la inversión en programas y proyectos de impacto socioeconómico que fomenten la competitividad de la actividad portuaria y de la región Huetar Caribe, considerando el carácter multiétnico y pluricultural.”, todo lo anterior, con la privatización de los muelles de Limón queda en el olvido y no solo pierde el país miles de millones de dólares para invertir en desarrollo nacional, la provincia caribeña, ya de por sí en el abandono por los gobiernos del PLN, el PUSC y ahora del PAC, empieza a verse afectada con más desempleo, pobreza y miseria. De esto se aprovecha el narcotráfico, que se ve ayudado por las políticas estatales de privatización y profundización de la pobreza.
Dos afectaciones inmediatas
El abandono de los gobiernos de turno y que ha quedado en evidencia, ha provocado devastadores índices que rozan con una crisis humanitaria histórica en Costa Rica.
La pobreza, según el Informe del Estado de la Nación 2018, en la provincia de Limón llegó al 26,7% hasta diciembre de ese año. El desempleo, sin contar los cientos de despidos de estos primeros tres meses del 2019, según el mismo informe, estaba por encima del 13%. Pero si se desglosa la información vemos que jóvenes y mujeres son hasta ese momento los más afectados, con 17,5% para hombres y 31,8% para mujeres, de los adultos mayores ni hablar, el abandono es casi total.
Japdeva significaba para Limón no solo un muelle y algunos puestos de trabajo, es que por Ley a la provincia le correspondía una parte importante para desarrollo, aunque los gobiernos de turno no invertían realmente lo que le correspondía al Caribe costarricense.
Por otra parte, la falsa premisa de más competitividad, mejores precios y más eficiencia tampoco se cumplen con la privatización de los muelles en Limón.
El gobierno termina de “estrangular” lo que queda de Japdeva, y “siguiendo la línea” le impide a la institución brindar el servicio “en competencia” con la empresa APM Terminals.
Recientemente la transnacional Del Monte, según información recibida por Libertad, intentó que Japdeva atendiera sus barcos que tienen muchos días de esperar ser atendido por APM Terminals, pero “la línea” del gobierno era que Japdeva NO atienda barcos. Ahí nos damos cuenta de lo que decía Carlos Alvarado y nadie le entendió. Debe haber una persona a cargo que sí le haga caso.
La privatización no mejora la calidad en su dimensión de oportunidad en el servicio portuario que se brinda a las naves y a su carga, con la disminución de las horas de espera de las naves que arriben a las terminales portuarias.
Las imágenes son claras, largas filas de contenedores a la espera de que APM Terminals les atienda son interminables, mientras expertos de la zona dicen que Japdeva con 10 puestos de atraque, 6 en Moin y 4 en Limón, siempre tuvo barcos en bahía por la falta de inversión para desarrollar el puerto. Pero ahora APM Terminals cuenta con solo 2 puestos de atraque, con personal escaso y deficiente, sin experiencia para operar la maquinaria y no están dando abasto.
A esta situación el régimen Piza-Alvarado, le niega a Japdeva operar en los muelles y “competir” con la empresa extranjera, en un país de supuesto libre mercado. Además APM aumentó las tarifas muy por encima de las que Japdeva brindaba.
La corrupción politiquera ha carcomido las entrañas de la institucionalidad pública, ha provocado, con total alevosía, que estas no funcionen, han impedido que inviertan en mejor servicio y eficiencia para provocar su deterioro y el enojo de la gente que acude a sus servicios y justificar así su privatización, todo esto mientras sacan “tajada” por la operación y las entregan a manos extrajeras o de grandes empresarios nacionales que son, a la vez, los grandes evasores y elusores al Fisco, pero que financian campañas electorales.
Nuevamente concluyo con las mismas palabras de artículos anteriores, lo que necesitamos urgentemente es derrotar y sacar a esta narcomafia-político-empresarial que ha toma la institucionalidad, que ha convertido los tres Poderes políticos en uno solo al servicio de los mismos de siempre.
Es urgente la construcción de esa Unidad Popular que cambie el estado de corrupción que vivimos, como militante del Partido Vanguardia Popular, PVP, reitero la posición de nuestro Partido en el sentido de reunirnos, conversar y construir esa alternativa unitaria y popular, con todos los sectores sociales que estén dispuestos a cambiar a Costa Rica de verdad. Cada uno por su lado no logra nada, unidos seremos capaces de derrotarlos.