Los sembradíos de Fabián Dobles siguen intactos, vendrá el tiempo de la cosecha

Por: Martín Rodríguez Espinoza
Periódico Libertad

Hace exactamente 22 años, en el año de 1997, parte el escritor comunista costarricense, Fabián Dobles, a la edad de 72 años de edad.

Hoy su aporte, tanto en sus obras literarias como en su pensamiento como miembro del Partido Comunista, Vanguardia Popular, permanecen y sus raíces siguen vivas, pese al sistemático intento por destruir e invisibilizar a quienes formaron parte de sus filas y dejaron una huella profunda en la identidad del pueblo costarricense.

Como Carmen Lyra o Carlos Luis Fallas, Fabián Dobles fue más que un gran escritor, también fue comunista y las obras literarias  de estos y muchos otros grandes escritores reflejan la vida del campesino y su lucha contra los terratenientes, la vida del obrero y su lucha por justicia, la vida de los niños y niñas y su derecho a vida digna, justicia, libertad, revolución y socialismo. Ideales que siguen vigentes hasta nuestros días y por los cuales seguimos luchando.

Como dice el prólogo del libro «El sitio de las abras», los campesinos que son “corajudos que tumban troncos y colman las abras de sembrados.”, pues es así, los sembradíos de Fabián Dobles siguen intactos, seguimos abriendo surcos, sembrando la semilla, ya vendrá el tiempo de cosecha.

Fabián Dobles nació en San Antonio de Belén, provincia de Heredia, el 17 de enero de 1918.

“Muy chiquito me llevaron a Atenas y ahí me crié hasta más o menos los 20 años, rodeado de mucho sol, mucha lluvia, montes muy verdes y amarillos, tierra olorosa, chicharras por todos lados, riachuelos donde se formaban pozas en que uno se bañaba. Además me tocó ver, con ojos de cuerpo presente, la llegada de los primeros automóviles”, indica su página web.

“La vena literaria no se sabe cuándo aparece. Algo de culpa tuvo papá, quien en 1915 ganó el segundo premio en un concurso de cuento convocado por la Botica Francesa, y me pedía pasarle a máquina –a dos dedos por supuesto- los artículos que escribía para el semanario El Correo Nacional”.

Fabián Dobles estudió Derecho en la Universidad de Costa Rica pero ejerció pocas veces pues sentía que esa profesión no encajaba con sus principios éticos. Fue uno de los fundadores del Patronato Nacional de la Infancia y de la Caja Costarricense del Seguro Social. Perteneció al Partido Vanguardia Popular, el partido de los comunistas costarricenses, desde los años 40; ejerció como corresponsal de la agencia cubana de noticias Prensa Latina; fue secretario general de Agencia Novosti de noticias y también presidente del Instituto Cultural Costarricense-Soviético.

A consecuencia de su militancia política, perdió su trabajo en 1948 como joven abogado de la Caja Costarricense del Seguro Social y fue despedido en forma humillante de la Universidad de Costa Rica, donde fungía como profesor de literatura; además, por las mismas razones estuvo en la cárcel en dos ocasiones, por un mes y luego por una semana.

“Después de la guerra del 48 hubo una gran persecución, “a lo costarricense”, parecida a la de los Tinoco, con la diferencia de que en esta última se daba palo y había cepo, y en el 48 hubo encarcelados y fusilados”, testimoniaba Fabián. Para ese entonces ya tenía dos  hijas y por las obligaciones familiares debió olvidar sus aspiraciones de presentar su tesis para optar por el grado de licenciatura en Derecho.

Fabián Dobles, junto a Carmen Lyra, Carlos Luis Fallas, Luisa González, Joaquín Gutiérrez Mangel, Virginia Grüter, Arturo Montero Vega, Carlos Luis Saénz, Jorge Debravo, Carlos Gagini, Emilia Prieto, Ricardo Coto Conde y muchos y muchas más, fueron dignos representantes culturales de las filas comunistas.

Ganador de primeros premios de novela en concursos nacionales  (por Aguas Turbias, 1940, y por En el San Juan hay tiburón, 1967), y otros premios centroamericanos, como el prestigioso Certamen 15 de septiembre, Guatemala (novela el Sitio de las Abras, 1947, y Verdad del agua y del viento, poesía, 1948), es Premio Nacional de Cultura Magón (1968).

Después de haber vivido 25 años en Zapote, en 1979 el escritor y su familia se trasladaron a San Isidro de Heredia, “mi querido y añorado terruño, mi tierra natal”, a una propiedad que bautizó con el nombre de una de sus novelas emblemáticas, “El sitio de las abras”. Allí transcurrieron sus últimos años entre sembradíos de aguacates de altura, una de sus últimas pasiones.

“Nací niño rural y me hice hombre medio urbano en mi San José de Costa Rica, desde que era este un plácido aldeón de vacas y carretones; ahora, una selva cada vez más de cemento, más humo irrespirable, más soledades, locura y aturdimiento entre gente mansa y buena que no se reconocen entre sí ni en los espejos”.

Fabián Dobles, partió un 22 de marzo de 1997.

 

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Consultadas diversas fuentes y Periódico Adelante

 

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