Codo del diablo: 69 años de impunidad
Por: Martín Rodríguez E.

Se conoce como asesinato del Codo del Diablo a un crimen político realizado en Costa Rica el 19 de diciembre de 1948, en el área de Siquirres, provincia de Limón, conocida como “Codo del Diablo”.
Seis presos políticos fueron secuestrados y asesinados extrajudicialmente debido a su afiliación política con el comunismo. Las víctimas fueron Federico Picado Sáenz, Tobías Vaglio Sardí, Lucio Ibarra, Octavio Sáenz, Narciso Sotomayor y Álvaro Aguilar (todos costarricenses, excepto Sotomayor que era nicaragüense), quienes estaban vinculados al Partido Comunista de Costa Rica (Vanguardia Popular) y fueron combatientes del bando “caldero-comunista” que resultó de la alianza estratégica entre el gobernante Rafael Algel Calderón Guardia y el Partido de los comunistas con gran presencia en la Asamblea Legislativa, para impulsar una serie de garantías sociales como la seguridad social, el código de trabajo, salud pública, y otros importantes proyectos para el pueblo costarricnese.
La amezana de un Partido Comunista muy fuerte y organizado, que había pasado de 2 diputados en 1942 a cuatro en 1944, a seis en 1946 y en 1948 a 12 diputados, siendo la segunda fuerza política del país. Eso fue visto por los Estados Unidos y la oligarquía criolla como una seria amenza a sus privilegios y poder económico, un ejemplo que podría ser copiado en otros países de Centroamérica, el Caribe y Suramérica.

De acuerdo a la investigación realizada por la profesora universitaria Macarena Barahona Riera, los 12 diputados comunistas electos, fueron: Carlos Luis Fallas, por Cartago; Alfredo Picado Sáenz, por San José; Arnoldo Ferreto Segura, suplente por San José; Rodolfo Guzmán Rodríguez, por Heredia; Carlos Luis Sáenz, por Alajuela; Luis Carballo Canales y por Limón; Federico picado Sáenz. También Jaime Cerdas, Víctor Cordero, Manuel Mora Valverde, Jaime Lobo y Rómulo Salas. No solo era un peso por la cantidad de diputados comunistas, sino por el peso intelectual y político entre el pueblo costarricense. La oligarquía necesitaba acabar con esa creciente fuerza comunista, Estados Unidos respaldo a un grupo de militares sin rango importante pero dispuestos a servir como sus lacayos, entre ellos José Figueres Ferrer. En 1948, dan un golpe de Estado e inician la guerra civil de Costa Rica.
Luego de un cuestionado acuerdo de paz, llamado el «Pacto de Ochomogo», bajo la premisa de una inminente invasón del Ejército de Estados Unidos, se decide el respeto de los proyectos de seguridad social impulsados desde el plenario legislativo por los comunistas apoyados por el Gobierno Calderonista, no persecusiones y respeto de la vida de los detenidos, dirigentes políticos y sindicales.

Una vez entregadas las armas, inició la cacería, Figueres Ferrer incumplió su palabra y apresó dirigentes políticos y sindicales, expulsó del país a otros, envió a la clandestinidad al Partido Comunista y los sindicatos, robó todos sus bienes y declaró el cierre del Congreso de la República.
Aquí es donde acontece el crimen del Codo del diablo.
Los asesinos eran afines al bando “figuerista”, aunque todo el pueblo costarricense sabía que el autor intelectual estaba en el gobierno en manos de la Junta de gobierno de facto. Ha sido el único caso conocido posterior a 1948 en que se dio el asesinato de ciudadanos costarricenses debido a sus ideas políticas por parte de personas vinculadas al Estado.
Los comunistas detenidos, entre ellos un diputado electo, fueron trasladados desde una comandancia policial en Limón esposados hasta el área de Siquirres a orillas del Río Reventazón conocida como “Codo del diablo” donde, a bordo del tren al atlántico de la empresa Costa Rica Northern Railway Company, fueron asesinados con arma de fuego y sus cuerpos lanzados al río donde se pensó que no serían encontrados, sin embargo uno de los cuerpos se desprendió de las esposas y se separó del resto siendo encontrado poco después.
Quienes supuestamente perpetraron el crimen fueron el capitán Manuel Zúñiga Jirón y el subteniente Luis Norberto Valverde Quirós y como chofer el cubano Clarencio Auld Alvarado, fueron «condenados» pero no cumplieron ni un día de cárcel, supuestamente «se fugaron» al extranjero.

El Partido Vanguardia Popular y la Juventud Vanguardista Costarricense, junto a militantes y amigos, siempre conmemora esta fecha para mantener viva la memoria de los Mártires del «Codo del diablo». Este 2017, se cumplen 69 años de ese atroz crimen, que se une al de otros dirigentes campesinos, ecologistas, sindicales y militantes comunistas; cuyas muertes aún se encuentran sin castigo, impunes.
Luego de la entrada de las banderas de Costa Rica y el Partido Vanguardia Popular, la entonación de los Himnos de Costa Rica y el PVP, hicieron uso de la palabra Guillermo Keith Bonilla, Pablo Gallardo, Alberto Alfaro, Leda y Arantxa Cogui por la JVC y el Secretario General del PVP, camarada Humberto Vargas Carbonell. La poesía estuvo a cargo de Jorge Montoya, María Magdalena Cano y Alberto Vega. El acto concluyó con la ofrenda floral ante el mausoleo y la entonación de La Internacional.
Posteriormente se realizó un encuentro fraterno en el local del PVP, con motivo del final de año 2017 y la llegada de un 2018 que será el año del fortalecimiento de la JVC y el PVP; teniendo como centro la celebración del 87 Aniversario de la Fundación del Partido Comunista de Costa Rica, el PVP.