La Gran Revolución de Octubre: Declaración del Partido Vanguardia Popular
La recordación y celebración de la Gran Revolución Socialista de Octubre se ha extendido por todo el mundo. El Partido Vanguardia Popular, el partido de los comunistas costarricenses, se une con entusiasmo y profundo respeto a esa inmensa ola de homenaje a Lenin, a los bolcheviques que hicieron posible al más significativo viraje de la historia en últimos cien años. Por primera vez la clase obrera en unidad con los campesinos logró destruir el modo de producción capitalista, superó la explotación del hombre por el hombre, cimentó bases seguras para la plena igualdad de todos los seres humanos. Esa era la perspectiva cierta y luminosa.
Brilló la capacidad teórica y política de su conductor principal, Vladimir Ilich Lenin y la fortaleza del partido de los bolcheviques que lograron desatar la energía revolucionaria de las masas organizadas.
CELEBRAMOS CON RESPETO LAS LUCHAS QUE CAMBIARON PARA SIEMPRE EL MUNDO.
El 7 de noviembre de 1917 renacieron Marx, Engels y se consolidó la teoría revolucionaria más profunda y certera: el marxismo-leninismo.
Todos los intentos de abatir las conquistas teóricas y políticas del marxismo-leninismo han fracasado o se han hundido en el pantano de la complicidad con la burguesía y el imperialismo. Revisionistas, reformistas, los llamados socialistas democráticos, así como aquellos que se autoproclaman reformadores se han estrellado contra un muro inexpugnable: el fundamento científico del marxismo leninismo.
También los propagandistas mercenarios del imperialismo difunden versiones falsificadas del marxismo-leninismo con el propósito de confundir al pueblo. Abren fuego ideológico, para confundir a las masas, contra “concepciones” que ellos mismos han falsificado y contra los acontecimientos históricos perversamente interpretados. Así el arma principal de la propaganda anticomunista es la falsificación y la mentira. Siempre fue así.
LA GRAN REVOLUCIÓN DE OCTUBRE ESTA VIVA EN LAS ESPERANZAS DEL PUEBLO Y LA ACTIVIDAD DE LOS REVOLUCIONARIOS
Desde 1917 y hasta hoy el objetivo principal de esas sucias tácticas ha sido la experiencia histórica de la Revolución Socialista de Octubre.
Desde los primeros días la Rusia revolucionaria conmovió al mundo y despertó las esperanzas de los oprimidos. El imperialismo respondió violentamente, se planteó la estrategia de destruir el faro revolucionario y yugular las esperanzas populares.
Durante cinco años, hasta 1922, la revolución debió enfrentar una “guerra civil” en la que participaron, junto a los zaristas y burgueses, los ejércitos de 14 países, incluyendo a los Estados Unidos. La intervención fue derrotada pero las secuelas económicas y sociales, se mantuvieron al lado de la extraordinaria victoria.
La reconstrucción y la reorganización para el tránsito a la sociedad socialista necesitó que todo el pueblo tensará sus energías y su capacidad de sacrificio. Se avanzó salvando los obstáculos creados por la reacción interna y por la conspiración internacional.
En esas complejas condiciones se forjó una auténtica democracia popular proletaria. Fue aquella una generación de héroes del trabajo.
Las amenazas imperialistas eran evidentes. Los imperialistas norteamericanos y británicos concibieron un plan que condujera a un choque bélico de la Alemania Nazi contra la Unión Soviética. Con ese propósito la oligarquía del imperio colaboró de distintas formas con el proyecto hitleariano.
Ante tal perspectiva la industrialización de la Unión Soviética se colocó en el primer lugar de las tareas del momento. Y logró lo que parecía imposible, lo hizo posible el trabajo abnegado del proletariado ruso y la justa dirección del proceso por el Partido Comunista de la Unión Soviética.
En 1941 los nazis invadieron a la Unión Soviética, planearon una guerra relámpago pero terminaron derrotados. Un soldado soviético plantó la bandera roja con la hoz y el martillo en la torre del Reichstag, símbolo entonces del poder nazi.
La dirección militar genial, la valentía de los soldados y los héroes del trabajo hicieron posible la derrota de los nazis y de todos los gobiernos asociados con ellos.
En esta guerra la URSS puso el esfuerzo, el sacrificio y sirvió a la humanidad derrotando al fascismo.
La victoria sobre el nazi fascismo no trajo paz al pueblo soviético. Poco después el imperialismo desató nuevas agresiones bajo el nombre de “guerra fría”.
II
La derrota del hitlerismo en la Segunda Guerra Mundial, por la unión Soviética, fue analizada por los estrategas del imperialismo y concibieron nuevos modelos de agresión.
Con el rompimiento del “monopolio atómico” se alejaron las posibilidades de una agresión militar directa contra la Unión Soviética; en los Estados Unidos se crearon equipos de trabajo que vigilaban toda la actividad política, económica, cultural, científica y militar. Esto hizo posible la utilización de los errores básicos y de las debilidades políticas y personales para planificar las actividades subversivas. Esta actividad se extendió a todo el conjunto de los países socialistas.
El proceso de debilitamiento de sistema socialista se inicia en el XX congreso del PCUS y su famoso “informe secreto”. El famoso informe fue publicado en los Estados Unidos antes de que fuera conocido por los ciudadanos soviéticos.
El llamado informe secreto del XX Congreso es en apariencia una denuncia de los errores de Stalin, pero lejos de eso, su propósito principal fue demeritar las conquistas políticas científicas sociales de los soviéticos así como la victoria sobre las hordas nazis. En esencia su resultado fue menospreciar lo logrado en el difícil proceso de construcción de la sociedad socialista.
Para criticar a Stalin no era necesario montar el teatro de un informe secreto ni perder la objetividad imprescindible en cualquier crítica seria y honesta. Era un mensaje a los enemigos de la URSS, avisarles que todo lo que se había logrado hasta ese momento no sería respetado.
No creemos que Stalin haya sido perfecto en su gestión, pero tampoco es aceptable la imagen que se creó en el “informe secreto”. Es una deformación interesada de la realidad. Los éxitos en economía, en la vida cultural, en derrota del fascismo están manchadas por la presencia de Stalin, esa es una interpretación absurda y por lo mismo inaceptable.
Pusieron así en el hocico de la fiera imperialista un manjar anticomunista.
Como parte del mismo XX congreso se lanzaron dos consignas absurdas: una la convivencia pacífica con el imperialismo y otra, la construcción del comunismo.
La llamada convivencia pacífica fue una declaración unilateral y no un convenio de partes. Así que, mientras una parte proponía convivir pacíficamente, la otra aprovechaba las circunstancias para mantener una política de agresión y de carrera armamentista. Lamentablemente en la dirección de entonces en PCUS no habían escuchado la voz del Che Guevara cuando dijo: NO SE PUEDE CONFIAR EN EL IMPERIALISMO, NI UN TANTITO ASI, ¡NADA!
Mientras Jruschov amenazaba a Estados Unidos con bombas de mantequilla, el imperialismo mantenía su actividad antisoviética.
La consigna de la construcción del comunismo, en aquel momento del desarrollo de la sociedad resultaba un absurdo puesto que partía del supuesto de que en aquel inmenso país habían desaparecido las clases social y que, consecuentemente, con ellas se había extinguido la lucha de clases. La vida demostró que era una tesis absolutamente errónea
Esos cambios políticos determinaron la marginación de los cuadros revolucionarios probados y el ascenso de personas carentes de virtudes revolucionarias.
Sin cambios profundos la sociedad soviética marchó por los carriles fijados por Jruschov, y esa vía llegó al plan de Gorvachov.
Gorvachov planificó y logró la desaparición del llamado campo socialista y la desaparición de la Unión Soviética.
Se equivocaron los que creyeron que Gorvachov había conducido a la Unión Soviética y al campo socialista a la debacle por errores de concepción. Los que lo creyeron cometieron un grave error. Gorvachov trabajó conscientemente por la destrucción de la URSS y del campo socialista. Basta un examen detenido de los procesos de ese momento para convencerse de que lo dicho responde a la verdad.
Como dicen los abogados, a confesión de parte relevo de pruebas.
“En el año 2000 Mijail Gorvachov confesó durante un discurso en universidad norteamericana de Turquía: “El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo…mi esposa me apoyó plenamente y lo entendió incluso antes que yo (…) para lograrlo logré encontrar compañeros de lucha, entre ellos A.N. Yakovlev y E. A. Shervardnaze”. (Arthur González. Cubainformación)
Más adelante el mismo autor dice: “Esos documentos de la CIA prueban que lo sucedido no fue producto de una acto “espontáneo y democratizador” de Gorvachov, debido a que el sistema socialista estaba “agotado y quebrantado”, como quieren hacerle creer al mundo”.
En Turquía el propio Gorvachov afirmó:
“Para lograrlo aproveché mi posición en el partido y en el país, tuve que sustituir a toda la dirección del PCUS y de la URSS, así como a la dirección de todos los países socialistas de Europa”.
Agrega el autor del trabajo citado: “la verdad es que fue la CIA con el dinero de la Organización Soros, quien diseño y ejecutó esa gran operación, con todo el apoyo del entonces líder soviético”.
Esta experiencia demuestra que la política de Jruschov fue el inicio de la tarea que culminó Gorvachov.
Este proceso es una lección para todos los comunistas, para todos los revolucionarios. Las concesiones a los enemigos de afuera le abren espacio a los enemigos de adentro que son los más peligrosos.
Nos muestra también que no hay que dejarse engañar por el oportunismo y el reformismo. Todos los partidos comunistas de una manera u otras han debido luchar contra estas corrientes. También los comunistas costarricenses.
III
La lucha de los comunistas no es una línea recta todo lo contrario. Es un combate contra enemigos demasiado fuertes. Hay avances y retrocesos, la cuestión es no perder el norte revolucionario. La experiencia de los comunistas rusos ha sido dura, pero son fuertes porque están en la lucha.
La Gran Revolución Socialista de Octubre no es una experiencia fallidad. Esta viva en las luchas obreras y campesinas en el mundo entero. Sus raíces son fuertes y vigorosas, sus ramas florecidas pronto pronto nuevos frutos.
El imperialismo es un régimen de explotación caduco y enfermo, sus medicinas son la violencia militar y la mentiras ampliamente difundidas. Estas medicamentos se agotaran porque la voluntad de los explotados y oprimidos es poderosa. Es la hora del optimismo revolucionario, de la unidad y la solidaridad de los comunistas.
LA HISTORIA NO HA MUERTO, ESTAMOS EN LA LUCHA
PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, ¡UNÍOS!
PARTIDO VANGUARDIA POPULAR
COSTA RICA