Situación es más grave que solo inundaciones, terremotos, tormentas o huracanes

capitalismo

Por: Martín Rodríguez E.

Somos pobladores de un planeta vivo, que día a día, a cada segundo se manifiesta de millones de formas, unas con suavidad y hermosura pero otras con fuerza y violencia. No es casualidad, no es un castigo divino, si nos afecta no es porque somos “castigados” y si no somos afectados es que seamos “protegidos”, es que simplemente nuestra madre tierra se manifiesta dónde y cómo deba manifestarse. Eso lo tenemos claro.

Por supuesto que cuando se suceden este tipo de manifestaciones naturales de nuestro planeta, al ser pobladores de ella, nos vemos afectados directamente.

Ahora, somos sociedades organizadas, estructuradas, más o menos distribuidas por el planeta y muy desiguales producto de sistemas políticos y económicos capitalistas en cada región. Esto lleva a que una sociedad como la nuestra en Costa Rica, quienes más tienen (los menos) vivan en mejores condiciones, y los que menos tienen (las mayorías) vivan en condiciones de alto riesgo.

Cuando nuestro planeta se manifiesta con terremotos, tormentas, huracanes, etc., por supuesto que afecta a todos por igual, pero siempre los que llevan la peor parte serán las poblaciones excluidas, abandonadas y explotadas por el sistema capitalista impuesto por una oligarquía que nada más toma un avión y se marcha a lugares más seguros.

El abandono de la infraestructura vial, el abandono de proyectos de vivienda digna, el abandono de la producción local que genera más empleo y mejores condiciones de vida de la población por la importación que sólo favorece a unos cuántos, son algunos de los efectos de un sistema cruel y despiadado, el capitalismo.

La situación que viven los campesinos de la Zona Sur de nuestro país no es producto ni de la casualidad ni de las tormentas y los huracanes, sino de un sistema político de abandono total por décadas, que solamente los tiene en cuenta para las elecciones cada cuatro años. Es el producto del favorecimiento a terratenientes que sin derecho legal alguno se apropian de tierras, el favorecimiento a transnacionales piñeras que derrumban bosques, contaminan fuentes de agua y seres humanos, mientras a nuestros campesinos y campesinas se les persigue, encarcela y se les asesina por tomar un pedazo de tierra para trabajar.

Todo es producto de políticas de invisibilización de comunidades, de saqueo de los recursos económicos del Estado, del robo descarado mediante la Evasión Fiscal, la elusión y el favorecimiento mediante tratados comerciales.

Pero no llegan hasta ahí con el descaro y la desfachatez. Los energúmenos politiqueros y empresariales que nos desgobiernan desde 1949, pareciera que hacen “clavos de oro” con los desastres naturales. Como raudos chacales, prestos  a devorar su presa, buscan endeudar más al país con “préstamos” usureros para “ayudar” a los pobres pobres en “su desgracia”. La “solicitud” de un “préstamo” por más de ¢11 mil millones ($20 millones)  es el descaro total y absoluto cuando para la campaña politiquera, para el circo electorero que se avecina se asignan más de ¢33 mil millones para gastarlos en propaganda que se van a llevar a la bolsa las televisoras, los grandes medios de “comunicación” y los amigos de los politiqueros que tienen las empresas de publicidad.

¿Es justo que se pida semejante “préstamo” que debemos pagar los pobres para que nos “ayuden” mientras para politiquería se botar a la basura miles de millones?, para el pueblo sí, para la oligarquía corrupta por supuesto que no.

Ahora vendrá la “empresa privada” a licitar toda construcción o reparación que se necesite, hasta agotar los ¢11 mil millones y más, y aunque no cuente ni siquiera con una pala para recoger tierra, como en el caso corrupto de “la Trocha” de Laura Chinchilla.

Así que nada es casualidad, las desgracias del pueblo solo el pueblo unido puede solventarlas. Solamente tomando conciencia de que no se debe votar por los corruptos de siempre, tomando conciencia de que solo organizados y luchando juntos podemos derrotar a estos chacales.

Jóvenes luchando por el derecho a estudiar, campesinos por el derecho a la tierra, indígenas por el derecho a sus territorios, hombres y mujeres luchando por vivienda digna, trabajo digno y salud.

Un pueblo unido contra los criminales que nos imponen un sistema que solo a ellos les sirve, el capitalismo, el principio de todos los males.

 

 

Facebook Comments