Engels sobre la sociedad comunista: De los «Discursos en Elberfeld»

«…En la sociedad comunista, en la que los intereses de los individuos no se contraponen, sino que se unen, desaparecerá la competencia. Cae de su peso que no existirá la ruina de algunas clases, de las clases en general, como las que constituyen en la actualidad los ricos y los pobres. En la producción y distribución de los bienes necesarios para la vida desaparecerá la apropiación privada, el afán de cada persona de enriquecerse por sucuenta.
Para protegerse de los crímenes, de los actos deviolencia descarada, la sociedad precisa de un vasto y complejo organismo de instituciones administrativas y judiciales, que requieren un gasto inmenso de fuerzas humanas. En la sociedad comunista, esto será simplificado de manera infinita precisamente porque por extraño que parezca, en esa sociedad, la administración deberá ocuparse no sólo de los distintos aspectos de la vida social, sino también de la vida social entera en todas sus manifestaciones particulares, en todas sus direcciones.
Abolimos el antagonismo entre cada individuo y todos los demás, oponemos la paz social a la guerra social, cortamos de un hachazo la raíz misma de los crímenes y, con ello, hacemos superflua la mayor parte, una parte considerablemente mayor, de la actividad a que se dedican en la actualidad las instituciones administrativas y judiciales.
Ya ahora, los crímenes pasionales ceden su lugar cada día más a los crímenes por cálculo, por interés: el número de delitos contra el individuo disminuye, en tanto que el delito contra la propiedad aumenta.
Los delitos contra la propiedad desaparecerán por sí solos allá donde cada uno reciba todo lo necesario para satisfacer sus necesidades físicas y espirituales, donde dejen de existir las jerarquías y diferencias sociales. Los tribunales que sustancian causas criminales desaparecerán por sí solos, y los que se ocupan de asuntos civiles casi exclusivamente de las relaciones de propiedad o, por lo menos, de relaciones que tienen por premisa el estado de guerra social, también dejarán de existir; los pleitos, que son hoy resultado natural de la enemistad general, serán entonces únicamente raras excepciones y podrán solventarlos con facilidad tribunales arbitrales.
El permanente estado de guerra es hoy asimismo la fuente de actividad de los organismos administrativos: la policía y toda la administración se ocupan
únicamente de que la guerra siga siendo oculta, indirecta, y no se transforme en violencia descarada, en crimen. Pero si es infinitamente más fácil mantener la paz que encerrar la guerra en ciertos límites, de la misma manera es infinitamente más fácil dirigir la sociedad comunista que una sociedad en la que reina la competencia.
Y si la civilización ha enseñado a los hombres, incluso ahora, a considerar provechoso para sí mantener el orden público, la seguridad social y el interés social y, de este modo, hacer superfluas, en la medidade lo posible, la policía, la administración y la justicia.
¡Con cuánto mayor motivo ocurrirá eso en una sociedad en la que la comunidad de intereses pasará a ser el principio fundamental y en la que el interés social no se distinguirá ya del interés de cada individuo!
¡Todo lo que se hace ya ahora a pesar de las instituciones sociales, alcanzará muchísima más difusión cuando las instituciones sociales no lo impidan, sino que, por el contrario, contribuyan a ello!…
8 de febrero de 1845
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Escuela de Cuadros de la Juventud Vanguardista Costarricense, JVC
Partido Vanguardia Popular, PVP
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