El titiritero del norte
Por: Edgar Gutiérrez Cordero
Dicen que el titiritero más famoso en la actualidad es el estadounidense, Jim Henson. Pero para mí es, el también estadounidense, Donald Trump.
Tiene un grupo de marionetas que las pone actuar de acuerdo a su guion. Nuestro Gobierno forma parte de ese grupo de muñecos al servicio del titiritero del norte. Los gobiernos de derecha de nuestro país siempre han jugado ese papel.
Para la ocupación de Republica Dominicana, por parte de los EE UU (1965 1966), el entonces presidente de Costa Rica “Francisco José Olich Bolmarich”, no solo apoyo políticamente la invasión estadounidense al hermano país de República Dominicana, sino que también envió soldados.
Hay que acotar algo importante y es que lo que motivo la invasión yanqui a Republica Dominicana, tiene mucha similitud con el tema actual de Venezuela. La promulgación en ese país de la constitución de 1963. Que establecía entre otras cosas, “libertad política, religiosa y de expresión, el derecho a la vivienda, la igualdad entre hijos naturales y nacidos bajo el matrimonio.” También esta Carta Magna favorecía a los campesinos y trabajadores. Prohibía, los monopolios, la apropiación de extensivas de tierras y otros tantos proyectos innovadores.
Esto provoca que sectores de la derecha acusaran al Profesor Bosch y a su gobierno de comunista. Y terminan dando un golpe de Estado, obligándolo a exiliarse en Puerto Rico.
Otro hecho reciente, o no tan anterior en el tiempo, es el del golpe de Estado en Honduras, en donde Costa Rica, en el gobierno de Oscar Arias Sánchez, también fue cómplice y prestó nuestro territorio para el montaje de la infamia contra el pueblo hondureño cuando se preparaba el camino a una constituyente.
El 04 de Julio de l776, se conmemora la independencia de los Estados Unidos de Norte América, uno de sus preceptos más importantes dice: “Sostenemos que estas verdades son autoevidentes, que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, que entre estos están la vida, la libertada y la búsqueda de la felicidad.”
De manera lamentable, el racismo norteamericano ha violado seriamente la proposición de que “todos los hombres son creados iguales”. Siendo la peor forma de racismo, la invasión a otros países.
Los EE.UU., ha invadido desde su nacimiento como nación, 70 países, de cuales 50 lo ha hecho después 1945 a la fecha. Y los peores genocidios los ha realizado contra su propio pueblo, solo para poner un ejemplo en 1890, se da la masacre de los indios Lakota.
Quiero recordarles que este mes, se cumple un aniversario más del bombardeo con bombas atómicas, por parte de los EEUU sobre las ciudades Japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Este bombardeo se dio el 06 y 09 de agosto 1945, se calcula que entre 105 mil y 120 mil personas murieron, 130 mil resultaron heridas y miles sufren aún hoy, las consecuencias de la contaminación nuclear de esas bombas. Este bombardeo fue ordenado por Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos.
Quiero terminar diciéndole a Don Luis Guillermo Solís Rivera, que dejemos que el pueblo venezolano resuelva sus problemas. No podemos andar dando clases sobre derechos humanos, a otros países, máxime que el abanderado de los derechos humanos, es una potencia militar que tiene en el mundo 800 bases militares, de las cuales 36 están en nuestro continente y cuenta con un presupuesto militar que ronda los 600.000 millones de dólares.
Mientras esa intromisión diplomática se da, en nuestro país los campesinos, los indígenas y los trabajadores del campo sufren persecución, destrucción de sus casas y tierras y son despedidos sin más razón que por formar un sindicato. Aquí hay mucho por hacer en derechos humanos, tanto que prestarse para atacar a un pueblo hermano es poco menos que… ¿inapropiado?
Paso Canoas, 03 de agosto 2017