Gobierno de Costa Rica hace todo lo contrario a lo que recomiendan organismos internacionales como la CEPAL y Naciones Unidas para evitar que la crisis del COVID-19 se transforme en una crisis alimentaria
“Acciones urgentes contra el hambre en América Latina y el Caribe”
Por: Martín Rodríguez Espinoza
No cabe duda de que los grandes intereses del sector empresarial y bancario, nacional y transnacional, están sobre los intereses de Costa Rica como nación.
Todas las medidas ejecutadas por el gobierno de Carlos Alvarado Quesada, con el respaldo de una Asamblea Legislativa sin oposición política y en la cual todos los partidos son uno solo, van dirigidas a salvar los grandes y exclusivos hoteles, a intermediarios y bancos.
Todas las medidas ejecutadas por el gobierno responden a un guion que el mismo sector empresarial le ordena hacer.
Todas las medidas ejecutadas por el gobierno responden a salvar al sector empresarial que evade y elude impuestos, premiado por exoneraciones de impuestos y amnistías tributarias.
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), han advertido sobre las grandes consecuencias de la crisis alimentaria que se desatará tras el Covid-19, pero no solo eso, hace recomendaciones precisas para evitarlo, leyéndolas con detenimiento vemos que este gobierno del PAC, PLN, PUSC, y partidos autollamados cristianos, no solo no las observan, sino que las evaden.
La CEPAL indica que, “Producto de la crisis provocada por la pandemia del COVID-19, la población en condiciones de pobreza extrema en América Latina y el Caribe podría llegar a 83,4 millones de personas en 2020, lo que implicaría un alza significativa en los niveles de hambre, debido a la dificultad que enfrentarán dichas personas para acceder a los alimentos.”
La CEPAL advierte que la pandemia de la enfermedad por coronavirus tiene efectos sobre las actividades del sistema alimentario, tanto en producción, transformación, distribución, comercio y consumo de alimentos y sus resultados, sobre todo en términos de seguridad alimentaria y bienestar social.
Pero no solo la CEPAL, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha resaltado la necesidad de una reacción inmediata para evitar una crisis alimentaria.
Por eso, de forma conjunta entre la CEPAL y la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), realizaron una serie de recomendaciones de política para sostener la demanda y administrar el comercio de alimentos durante la emergencia y para evitar que su prolongación conduzca a una crisis alimentaria regional.
Entre las medidas para impedir que la crisis sanitaria se transforme en una crisis alimentaria proponen diez medidas que buscan tres objetivos.
Indican que todos los hogares, especialmente aquellos en condición de pobreza extrema y de inseguridad alimentaria severa, accedan a una alimentación suficiente y nutritiva.
A parte de apoyar con subsidios monetarios o con donaciones de alimentos recomiendan reforzar el ingreso básico de emergencia propuesto por la CEPAL con un bono contra el hambre y reforzar los programas de alimentación escolar para garantizar la alimentación de niñas y niños y adolescentes. Gobierno dice que el bono se terminó, sin rendir cuentas claras.
Otorgar apoyo financiero (crédito y subsidios productivos) a las pequeñas y medianas empresas agropecuarias, orientado principalmente a la agricultura familiar y expandir y garantizar el funcionamiento de los programas de apoyo a la producción de autoconsumo.
También recomiendan asegurar el financiamiento, la asistencia técnica y el acceso a insumos y mano de obra a los pequeños y medianos agricultores y los pescadores artesanales.
Todo lo anterior ha sido expresado insistentemente por el Partido Vanguardia Popular, PVP, el abandono a los agricultores, a los campesinos sin tierra y a los pescadores artesanales, así como a los pequeños negocios familiares que no solo garantizan alimentación al pueblo, sino también fuentes de empleo en las zonas donde más se requiere y que son las más abandonadas.
Garantizar la alimentación del pueblo costarricense no ha sido una prioridad de este gobierno ni de los anteriores del PLN y el PUSC, todo lo contrario, la destrucción del agro y la privatización de las instituciones ha sido su criminal labor. Estamos a expensas de que nos vendan y al precio que nos quieran vender, pudiendo producir nuestros propios alimentos en nuestra tierra y con nuestra gente.
La CEPAL y Naciones Unidas recomiendan “que los países cuenten con alimentos suficientes para garantizar el abasto a precios razonables.”
Esto con el establecimiento de mecanismos ágiles de consulta y coordinación entre todos los actores del sistema alimentario, abarcando la producción, el abastecimiento, la distribución y el acceso a alimentos, así como continuar con las políticas que han mantenido abierto el comercio mundial de alimentos, en particular evitando medidas proteccionistas que aumenten el precio de los alimentos, por ejemplo con la intermediación en las importaciones y abandono de la producción local.
Costa Rica enfrentaría una grave crisis alimentaria que ya inició en provincias como Puntarenas, Limón, Guanacaste y en muchas zonas del Área metropolitana. Las posibilidades de evitarlo están en la generación de políticas nacionales patrióticas, pero este gobierno y el gran sector empresarial evasor, elusor y de paraísos fiscales lo impiden.
Ellos provocaron la crisis económica y el déficit fiscal, será ellos también los que provoquen la crisis alimentaria que ya inició en Costa Rica.
Los últimos datos de desempleo, de 15,7%, que el gobierno por intermedio del INEC no creemos que sean reales, nadie puede creerlo cuando antes de la pandemia ya era del 15% en el área metropolitana y hasta el 36% en las rurales.
La CEPAL concluye su informe con una frase que calza perfectamente a este “gobierno de unidad nacional”, que conforman varios partidos políticos, “los gobiernos han tomados medidas, pero son insuficientes y fragmentadas”.
Será el pueblo el que, desde todo el país, empiece a enfrentar estas criminales políticas de hambre.
Fuente : Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) / Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
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Fuente de datos: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) / Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)