Tierra para los campesinos, facilidades para los pescadores, alimentos para todos, es la hora de lo nuestro
Por: Humberto Vargas Carbonell
Cuando esté controlada la pandemia o puede ser que mucho antes habrá hambre en el mundo entero.
En muchas regiones ya se desató el peor de los males, el hambre.
Los problemas que provocará de la escasez de alimentos tendrá que resolverlo cada país.
Nadie negará los alimentos a sus habitantes para entregarlos a otros. Mucho menos los países que en este momento de dolor para todos han mostrado su ilimitado egoísmo.
Talvez haya excepciones, pero serán muy pocas.
Los alimentos básicos los producen los campesinos y los pescadores, sin su trabajo no habrá comida.
Este momento los héroes benefactores son los trabajadores de la salud. Son extraordinarios, desde los científicos, los médicos, los trabajadores de enfermería, hasta los encargados del aseo, todos por igual merecen nuestro reconocimiento.
Pero es la hora también de estimular a los héroes olvidados, los productores del arroz, los frijoles, el maíz, del pescado, de la leche, las frutas y más…
Los campesinos sin tierra y los pescadores abandonados han sido víctima de una sociedad injusta y salvaje. Haciéndoles justicia podremos seguir adelante con una vida auténticamente tica, sin depender de ayudas interesadas.
Es necesario darle tierra a los campesinos y posibilidades de trabajo a los pescadores y, a todos, los estímulos necesarios para hacer que lleguen los alimentos a todas las mesas.
Alimentarse no puede ser un privilegio, es una necesidad que debe ser garantizada por toda la sociedad.
Es hora de volcar las miradas hacia lo nuestro y dejar de servir a potencias extrañas.
Es la hora de lo nuestro.