Un abrazo fraternal para el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, para el compañero Diosdado Cabello y para sus compañeros amenazados todos por el imperialismo yanqui
Por: Humberto Vargas Carbonell
Solidarizarse con Nicolás Maduro Moros, Presidente Legítimo de la República Bolivariana de Venezuela es un imperioso e ineludible deber ético y político.
Esta expresión de respeto y fraternidad con el compañero agredido por el imperio, ahora y siempre, debe entenderse como el cumplimiento de un deber.
No es posible callar cuando el más brutal y estúpido representante del imperialismo, un tal Trump, le pone precio a la vida a un grupo de compañeros que, siendo auténticos revolucionarios, luchan por su pueblo y con su ejemplo por la libertad de todos los pueblos sojuzgados.
Esa es la calidad humana de Nicolás Maduro, de Diosdado Cabello y de sus otros compañeros.
Nicolás Maduro es un hombre valiente y generoso.
Si no fuera valiente se habría rendido ante las amenazas imperialistas y si no fuera generoso no estaría luchando por los humildes de su país.
No se equivocó el comandante Hugo Chaves cuando le heredó la dura lucha que hoy está librando, con talento y energía.
Trump es un genocida; tentativa de genocidio ha sido el bloqueo contra el pueblo cubano y más grave aún, quitándole los servicios eléctricos y el agua potable a los venezolanos.
Los daños contra estos pueblos se guardarán en la historia, no para recordar las maldades yanquis, si no para que no se olvide la grandeza de sus pueblos y de sus dirigentes.
Ni un pueblo ni el otro han dejado de luchar, gracias de manera muy especial a sus dirigentes, Fidel Castro y Hugo Rafael Chaves, y también a sus discípulos.
Resulta que el sirviente predilecto del imperialismo, el que dirige Trump, es aún más perverso que su jefe, aunque comparte sus manchas éticas y política, agrega una más, es un traidor a su patria.
Todos los que reconocen algún tipo de autoridad a Juanito Alimaña (Guaidó), están dándole aire falso a un traidor, a un ladrón y a un vende patria.
El Cartel de lima y los países europeos que se dicen demócratas, aunque su servicio a Trump significa lo contrario. El Gobierno legítimo de Venezuela, legítimo por su origen democrático, es el que encabeza Nicolás Maduro. La autoridad legislativa real en Venezuela es la Asamblea Constituyente que Preside Diosdado Cabello.
Todo lo demás son falsificaciones urdidas por los yanquis.
En Venezuela no se produce ni un gramo de cocaína; todo lo que se consume en el mundo se produce en Colombia, con la complicidad de sus gobernantes y de sus clases dominantes.
En Estados Unidos se consume poco más de la mitad de todas las drogas prohibidas que se producen en el mundo entero.
¿Dónde están los carteles narcotraficantes de los Estados Unidos?
Algunos sospechamos seriamente que el gran cartel es precisamente la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
El Gobierno chavista de Venezuela jamás participó en actos terroristas; pero, por otra parte, es bien sabido que el Gobierno imperialista es el mayor y más infame criminal terrorista que ha existido en toda la historia humana. Nuestra amistad con los revolucionarios venezolanos es indestructible.