Hacienda reitera intento por destruir la educación pública universitaria

Por: Handel Medrano y Rodrigo Zárate

El Ministerio Hacienda ha direccionado el presupuesto destinado al Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) a la unilateral inversión en infraestructura, sin tener en cuenta el presupuesto necesario para el pago de salarios al personal docente. Esto podría provocar la paralización del funcionamiento de las universidades públicas y, sumado el efecto perjudicial sobre las investigaciones hechas en la universidad y la permanencia de los y las becadas.

El superavit institucional que se pretende desviar en “transferencias de capital” producto de un derecho, obedece ya, sin que lo digan, a una especie de recorte, sin justificación alguna. Así fueron los 10 mil millones recortados al FEES por concepto de deuda. Ahora, para conceptos de la propia Universidad de Costa Rica, se les pretenden retener 40 mil millones. 

Si pensamos en las condiciones de las sedes periféricas, el problema social del interinazgo, el recorte de plazas, el sobreexcede oferta de los cursos,  el problema de la formación de los docentes, acción social, así como el problema del plan bologna, crea grandes retos en cuanto a los propios estudiantes, ya que representan hechos que respaldan el cambio de paradigma, en cuanto al modelo de educación pública se refiere.  Ahora, en una flagrante violación de la autonomía universitaria, el poder privado pretende meter sus manos, y sus intereses para afianzar su propio capital, prestando dinero para financiar la “educación pública” poniendo intereses y criterios para afianzar su propio crecimiento económico, en nombre del emprendedurismo, sin saber que se sacrifica el capital humano sólo para agudizar las contradicciones del sistema capitalista. Las estadísticas no mienten, en el hecho de que la incidencia así como la intensidad de la pobreza han estado aumentando sin igual, lo que ha deslegitimado al gobierno y ha elaborado nuevas perspectivas a las personas que las pueden poner en el pie de lucha. En el pensamiento de los grandes dirigentes, pretenden hacer lo mismo que han hecho hace 40 años, y no logran ligar el pensamiento político implementado desde hace ya tiempo, con respecto a los problemas existentes, lo que da a pensar el hecho de que, no sólo es una clase políticamente interesada, si no inepta, dado que la crisis institucional la han creado las mismas personas en el gobierno y pretenden elevar el peso de las funestas consecuencias de sus políticas, en las clases que comprenden todos los asalariados, proletarios y campesinos de Costa Rica.

Esta medida efectivamente se trata de una patraña neoliberal orquestada por la burguesía costarricense, la cual odia la educación gratuita y que por consiguiente la quiere ver hundida, como han demostrado en estos tres últimos años con los recortes al presupuesto con el gobierno de Luis Guillermo Solís y posteriormente Carlos Alvarado Quesada y su ministra de Hacienda Rocío Aguilar, protectora de evasores y experta en el recorte a la educación de los jóvenes y niños. Recordemos cuando se le negó el presupuesto al Ministerio de Educación para los comedores escolares.

Necesitamos un gran movimiento del estudiantado universitario, estudiantes de secundaria  -nuevos aspirantes a la educación pública superior – y docentes- quienes en su mayoría están sometidos al interinazgo y cuyos salarios se verán afectados que se oponga a estas medidas efectuadas a partir del año 2020.

Hacemos un llamado a la unidad popular de lucha contra estas injusticias, por la educación, la única capaz de salvarnos de la tiranía de quienes pretenden mantenernos ignorantes ante la dictadura de los ricos y poderosos.

¡Por la instauración de una representación que vele por los derechos de los futuros trabajadores y profesionales de Costa Rica!

¡Por la dignidad del trabajo y el derecho a una educación inclusiva!

¡Vivan los estudiantes y los profesores!

¡Ni un paso atrás!

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