¡¡Hurra, hurra, hurra!!, el triunfo del pueblo soviético sobre los fascistas de Hitler
El heroico pueblo soviético prestó a la humanidad un colosal servicio en la victoria sobre el fascismo, destacando que los 27 millones de soviéticos que murieron en la Gran Guerra Patria «lo hicieron por la humanidad y por el derecho a pensar.»
Por: Martín Rodríguez Espinoza
Periódico Libertad
Se acerca el mes de mayo, especial por el Día Internacional de la Clase Trabajadora, pero también por el 8 mayo, y es que en esa fecha hace 74 años, las tropas soviéticas se dirigieron hacia Berlín derrotando a todos los enemigos a su paso. La batalla por la ciudad alemana marcó el fin de la Gran Guerra Patria (1941-1945) y la victoria de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, en la Segunda Guerra Mundial.
Ya para el 21 de abril, el Ejército Rojo había llegado a los suburbios de Berlín. Incluso los nazis pusieron a niños y ancianos a defender la ciudad. Las calles de la capital alemana se llenaron de barricadas y hubo feroces enfrentamientos, pero los residentes de Berlín perdieron la batalla.
Las tropas soviéticas, a su vez, perdieron unos 78.000 efectivos solo en esa batalla, mientras que más de 600 participantes en la operación fueron galardonados con el título de Héroes y Heroínas de la URSS.
La Gran Guerra Patria, como la denominan los soviéticos fue una guerra que se inició con la invasión nazi a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, y que culminó con la caída de Berlín a manos del Ejército Rojo el 3 de mayo de 1945.
El heroico pueblo soviético prestó a la humanidad un colosal servicio en la victoria sobre el fascismo, destacando que los 27 millones de soviéticos que murieron en la Gran Guerra Patria lo hicieron por la humanidad y por el derecho a pensar.
El objetivo de Hitler era tomar toda Europa, llegar a Rusia y acabar con la URSS, ante la mirada apacible de los Estados Unidos en donde, incluso, se recaudaban fondos para los nazis. Posteriormente, estos se vieron obligados a sumarse a la guerra por el ataque japonés a Pearl Harbor. La guerra contra la Unión Soviética fue la guerra que Hitler había deseado desde el principio, como dejó claro en las páginas de Mein Kampf.
Los fascistas arrasaron toda Europa e ingresaron a territorio soviético, la batalla de Stalingrado supuso el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial, el momento en que las tropas soviéticas pasaron a la ofensiva contra las fuerzas del Eje (Alemania, Italia, Japón). De hecho, la importancia de esta batalla en Stalingrado se aprecia en la enorme cantidad de bajas, la destrucción total de la ciudad y las enormes pérdidas de hombres y mujeres, por ello, se considera que la batalla de Stalingrado fue la derrota militar histórica más dura, y más decisiva, de la Alemania nazi, tras la cual la iniciativa en combate correspondió al Ejército Rojo.
La Unión Soviética fue el país combatiente que soportó casi el 80% del ataque de los países del Eje en Europa, por lo que la victoria en la batalla de Stalingrado y la consiguiente contraofensiva significaron el comienzo del desmoronamiento de la máquina bélica alemana.
La maquinaria de propaganda de los aliados occidentales esperó a que capitulase primero el ejército alemán y francés en la ciudad de Reims (Francia) ante el alto mando militar aliado, mientras los soviéticos ya habían derrotado a Hitler y se había dado la total rendición germana en Berlín frente al mando militar soviético, por lo cual la Unión Soviética decidió festejar oficialmente el Día de la Victoria el 8 de mayo.
Como señalara Fidel Castro en una oportunidad, «Los 27 millones de soviéticos que murieron en la Gran Guerra Patria lo hicieron también por la humanidad y por el derecho a pensar y a ser socialistas, ser marxistas-leninistas, ser comunistas y a salir de la prehistoria».
Como costarricenses, centroamericanos, americanos, como seres humanos, habitantes de este mundo, agradecemos el heroísmo, la valentía del pueblo soviético para derrotar al fascismo y librar a la humanidad de un futuro terrible.
Hoy el imperialismo norteamericano en decadencia deja ver su verdadero rostro, el fascismo, por eso su voracidad, su criminal y belicista fase en la invasión de países en todo el mundo, asesinando pueblos y destruyéndolo todo, su futuro no será diferente del que sufrió Hitler.
Lenin decía que el imperialismo es la fase superior del capitalismo y que el imperialismo es el capitalismo putrefacto y agonizante, así es, así se ve, así actúa hoy contra pueblos como Palestina, Yemen, Venezuela, Nicaragua, Irak, Siria, Afganistán, y todo el que posea riquezas naturales que necesite saquear y que tenga gobiernos que no le sean serviles a sus intereses.
Hoy, en Costa Rica, el fascismo se refleja en proyectos de Ley y medidas económicas impulsadas por el odio que siente esta oligarquía costarricense contra el pueblo y la clase trabajadora, reflejadas en el desempleo, la pobreza y la miseria. Pero también en el uso de medios de comunicación, partidos políticos y narcotráfico como herramientas para imponerlas.
Hoy, más que nunca, el ejemplo heroico de los pueblos de la URSS sigue vivo, la Gran Guerra Patria del pueblo soviético es faro de luz para todos los pueblos del mundo.
Por eso, concluyo como inicié, ¡¡Hurra, hurra, hurra!!