El bravo pueblo venezolano hará los sacrificios que demande su lucha pero no entregará su libertad
Simón Bolivar y Hugo Chávez marcaron el camino. Es la hora de la solidaridad militante con el pueblo venezolano.
Por : Humberto Vargas Carbonell
El llamado Grupo de Lima es una inmundicia histórica.
Se ha reunido lo peor de Nuestra América para juzgar a lo que es limpio, sano y honesto. Nos referimos a la Revolución Bolivariana y a su dirigente, el Presidente Nicolás Maduro.
La OEA es también una inmundicia, y lo será mientras estén ahí los imperialistas que siguen creyendo que América es para los americanos (gringos) y sean servidos por políticos corruptos y serviles.
Su Secretario General, que parece llamarse Almagro, es la esencia de la porquería política. No es posible esperar un gesto limpio de quien alcanzó la representación de la OEA para ratificar el justo nombre de esa organización: Ministerio de Colonias del imperialismo yanqui.
Vean con atención quienes constituyen la inmunda agrupación, cuyo solo nombre ofende la dignidad del pueblo Peruano, distinguido siempre por su inteligencia y su laboriosidad.
Pongan atención porque haremos una breve reseña de los jueces del espurio tribunal en que se pretende condenar a Venezuela y a su bravo pueblo.
Mauricio Macri de Argentina, representante del gran capital, ahora, por su voluntad, sometido a los dictados del Fondo Monetario Internacional.
Michel Temer de Brasil, organizador de una banda de corruptos para dar un golpe de Estado contra la Presidente Dilma Rousseff. Es un vil ladrón enriquecido y jurado enemigo del pueblo trabajador.
Sebastián Piñera de Chile, multimillonario pinochetista disfrazado de demócrata. Es, según se dice, es el más adinerado de los chilenos.
Juan Manuel Santos de Colombia, representante de la gran burguesía colombiana. Colombia es el mayor productor de cocaína, el centro de los más grandes carteles de la droga y además un país de una pobreza inimaginable y de una injusticia social brutal. El crimen político impera en todo el país.
Carlos Alvarado de Costa Rica, quien apenas comienza su gestión y en sus primeros pasos, con su política internacional frustra las esperanzas de quienes siendo decentes y progresistas le entregaron sus votos.
Jimmy Morales de Guatemala, pequeño comediante acusado de corrupción y, para coronar su servilismo, hace pocos días instaló la embajada de su país en Jerusalén.
David Granger de Guyana, militar acusado por el Presidente Maduro de provocador y sirviente del monopolio yanqui Exxon. Tiene una disputa con Venezuela por la región de Esequibo.
Juan Orlando Hernández de Honduras, responsable directo del más sucio fraude electoral en la historia de su país.
Enrique Peña Nieto de México, catalogado como el más corrupto en la historia política de México. El crimen político está en la práctica institucionalizado en ese país.
Juan Carlos Varela de Panamá, enemigo jurado de la Revolución Bolivariana.
Horacio Carter de Paraguay, trasladó la embajada de su país a Jerusalén, pocos días después de que lo hizo Trump. Los políticos burgueses de hoy fueron todos cómplices del Golpe de Estado contra Fernando Lugo.
Martín Vizcarra de Perú, asumió la Presidencia después de Kuczynski, quien se vió obligado a renunciar por graves acusaciones de corrupción. Los políticos peruanos, que han ocupado la presidencia, han sido acusados de graves delitos de corrupción. Nos Referimos a Alberto Fugymori, Alejandro Toledo y Ollanta Humala.
Kenneth Davis Anthony de Santa Lucía, aunque formalmente es un país independiente, el Jefe de Estado es la Reina del Reino Unido. Es una semicolonia.
Este es el grupo de lima (así con minúsculas) que pretende constituirse en tribunal para juzgar a Venezuela. Ya dictaron sentencia y según su criterio es inapelable. El Gobierno de Venezuela destruirá la sentencia con sus propias ejecutorias y los pueblos le acompañarán para hacer añicos lo que carece de valor moral y político.
Los llamamos tribunal nada más que para hacer referencia a su maldito propósito. Pero no son más que un grupo de charlatanes que existen no más que para ponerle obstáculos a la rueda de la historia. No tienen futuro.
Condenan las elecciones en Venezuela antes de realizarse y, en consecuencia, sin prueba alguna. Simplemente obedecen la orden imperial.
Igual que el orate Trump, ponen sus esperanzas en matar de hambre al pueblo, para eso son las sanciones. Pero ya el bloqueo contra el pueblo cubano se estrelló contra un muro de dignidad, dignidad que nunca conocerán los contrarrevolucionarios. Venezuela lleva el mismo camino de victoria.
Venezuela cuenta con la amistad de los latinoamericanos honestos y progresistas. Nunca lograran aislar al pueblo venezolano.
Los miembros del grupo apelan a la CIA y a los organismos de la inteligencia de los Estados Unidos para alcanzar sus propósitos. Esto es una ausencia de vergüenza. Es una caterva de bribones.
Acusan al Gobierno del Presidente Maduro de ser una banda de delincuentes. Esto no ha sido demostrado y no podrá serlo nunca porque los revolucionarios nunca serán delincuentes. Al contrario, los crímenes y la corrupción de muchos de los miembros de ese grupo de Lima está más que demostrada.
Venezuela estará siempre por encima de las infamias que se le ocurran a los sirvientes del imperialismo, incluyendo a la maldita OEA.