El nuevo gobierno se mantiene fiel a la vieja politica de complicidad con el imperialismo e irrespeto a la soberanía y al derecho a la autodeterminación del pueblo venezolano
Por: Humberto Vargas Carbonell
Declaración oficial del Gobierno que preside Carlos Alvarado: “Conocido y analizado el comunicado del Grupo de Lima del 14 de mayo, la Cancillería de la República de Costa Rica respalda el contenido de la declaratoria que suscribieron sobre la situación de Venezuela, en particular al llamado al gobierno venezolano a suspender las elecciones generales previstas para el próximo 20 de mayo. Costa Rica reitera su participación activa en el Grupo de Lima…”
Es la primera piedra de lo que será la política internacional del nuevo gobierno. Una vez más el servilismo ante el poder imperial de los yanquis y la complicidad con los gobiernos más corruptos y menos democráticos de América Latina.
Unos comentarios sobre esta situación.

La enseñanza suprema del Libertador, Juan Rafael Mora Porras y los héroes de la guerra contra los filibusteros, ha sido el respeto incondicional a la soberanía y a la integridad nacional. Ningún peligro, por grave que este sea, justifica renunciar a la defensa de lo propio, por graves que sean las amenazas.
La resistencia en defensa de las grandes causas, sin temor ante los poderosos y sin dejarse llevar por los cobardes o los mezquinos, es la imprescindible virtud de un buen gobernante.
Nos enseñó el Libertador: “Yo siempre he lidiado con mil dificultades, contra la escasez y la inercia, contra el egoísmo y la pusilanimidad de esos seres a quienes el más leve revés espanta, para quienes la más ligera nube es una tempestad que augura un naufragio porque no se han convencido de que la gran virtud del patricio es la indómita constancia en la próspera o adversa fortuna”.
Muchos de nuestros gobernantes, sin el temple de Juanito, se han dejado domar por el poder del dinero o por las amenazas que llegan del norte brutal. Con gobernantes sin ese temple se hace oscuro el futuro de un pueblo que debía estar iluminado por sus ansias de libertad y de justicia.
Los imperialistas tienen la posibilidad de convertir sus intereses en moda y los políticos de ahora han aceptado la moda de hacer genuflexiones ante los dueños del capital, aunque sean bandidos o idiotas.
Es una tragedia nacional, creada por aquellos a quienes se les olvidó el llamado del himno nacional: “cuando alguno pretenda tu gloria manchar, verás a tu pueblo, valiente y viril, la tosca herramienta en armas trocar…”
El jefe de los que manchan nuestra gloria se llama Trump. Y la manchan porque quienes mandan le importan más sobras de los banquetes ajenos que el desarrollo y el honor de la patria.
Cuando se trata de los derechos de los obreros, los señores del banano, de la piña o de cualquier otra actividad pueden impunemente pisotear textos expresos de la Constitución Política. Son bandidos, pero dueños y señores, en el mundo de la alcahuetería oficial.
Y para completar el anillo de hierro son también dueños de nuestra política internacional.
Desde este pequeño predio latinoamericano salen voces para criticar a todos y para auto instituirse en apóstoles de los derechos humanos y de la lucha contra el armamentismo. Pero jamás una queja contra los que han sido previamente bendecidos por el imperialismo yanqui. Ante esta oligarquía, éticamente empobrecida, los imperialistas pueden destruir países, eliminar a cientos de miles de inocentes, robar riquezas ajenas, cometer crímenes selectivos o aplicar las torturas más crueles y la respuesta es siempre la misma, el acuerpamiento escandaloso o el silencio cómplice.
Y ahora le tocó el turno de la brutalidad yanqui al pueblo venezolano. Según lógica imperial es imposible que un país, es decir un pueblo, tan inmensamente rico pueda darse el lujo de ser libre.
Y, como era de esperar, tras la agresividad yanqui, la complicidad tica.
Ahora la historia.
Un grupo gobiernos títeres tomaron la decisión de convertirse en una quinta columna a favor del imperio contra el pueblo venezolano.
Muchos de ellos con hojas de vida impresentables. Se apodaron, grupo de Lima, al cual se incluyeron los gobernantes de Costa Rica.
Ese grupo pretende decirle a Venezuela cómo deben organizarse las elecciones y además, cuando deben realizarse. Estas demandas no pasan de ser una insolencia, con la que se rompen las más elementales normas del derecho internacional.
¿Quienes son los más destacados insolentes?
El Gobierno brasileño nacido de un vulgar golpe de Estado fraguado por una banda de corruptos, contra una presidenta que obtuvo más de 54 millones de votos.
El Gobierno de Chile, constituido por connotados cómplices y usufructuarios de la dictadura de Pinochet.
El Gobierno de Colombia, el más descarado agente de los yanquis, en cuyosuelo están establecidas 9 bases militares. Millones de colombianos viven en condiciones de la más brutal pobreza.
El Gobierno de Honduras, nacido de un espernible fraude electoral. Un fraude que es exactamente igual a un nuevo golpe de Estado.
Gobierno de Guatemala, dirigido por un payaso político, quien mantiene viva la tradición de la corrupción imperante en el país hermano.
México, en este momento dirigido por los gobernantes más corruptos del mundo, donde además el crimen político ha sido institucionalizado.
Gobierno de Paraguay, donde se dio un golpe de Estado contra el Presidente Lugo; los gobernantes de hoy fueron los gestores del golpe y herederos de la dictadura.
Gobierno de Perú, donde a la corrupción de los presidente anteriores se sumó la defenestración del Kushinsky por la mismas razones de deshonestidad.
Gobierno de Argentino, en guerra abierta contra los intereses de los trabajadores y ahora sometido a la dictadura del FMI
Gobierno de España, franquismo disimulado.
Gobierno de los Estados Unidos. El jefe
Gobierno de Costa Rica.
Gobierno de Santa Lucía.
Son jueces venales al servicio de un imperio criminal y ladrón.
El pueblo venezolano es dueño ya de su destino y luchará con valor bolivariano para defender sus derechos y construir su futuro sin injerencias extrañas.