A propósito del Día del Agricultor

Por: Edgar Gutiérrez Cordero

Los palmicultores en la Zona Sur están atravesando por una crisis que cada día se agudiza más, a pesar de que el cultivo de palma aceitera se encuentra dentro los principales productos agrícolas que se cultivan en Costa Rica. Las extensiones cultivadas en el país sobrepasan las 60 mil hectáreas.

En los últimos años se ha observado cómo ha existido un menoscabo en la calidad de vida de las personas que dependen económicamente de esta actividad, afectando principalmente los pequeños y medianos productores.

El precio por tonelada métrica que paga el industrial está por debajo del costo de producción, impidiendo al productor capitalizar y en algunos casos llega a perder su parcela por no poder honrar las deudas bancarias.

Los palmicultores se han convertido en proveedores de materia prima, pero no se les participa de las utilidades que generan los derivados de la palma, como por ejemplo, harina de coquito y la estopa. En diecinueve años no sea actualizado la forma de pago por tonelada de fruta fresca, y debido a esta falta de reajuste, el agricultor de palma está sufriendo una perdida por tonelada de fruta fresca aproximadamente $52.86, esto hace que la producción de palma se convierta en una actividad ruinosa para los pequeños y medianos agricultores y muy rentable para los industriales.

Ante este panorama, la Unión de Trabajadores de Golfito, UTG, en coordinación con organizaciones de agricultores de la zona, se prepara para establecer una dinámica de lucha encaminada a defender los derechos de estas familias de palmicultores.

Paso Canoas 15 de mayo 2018

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