Mis coloquios con Juan Damasceno

Juan Damasceno vende periódicos a media cuadra de mi casa. La periodística ocupación le permite monitorear a diario el curso del mundo, del país y hasta del barrio. Cuando llego a retirar los diarios me recibe con comentarios, no siempre descabellados. Este fue el de hace algunos días:

-Dígame tío Abio, ¿hasta cuándo vamos a vivir con ese cuento de que Costa Rica es la Suiza centroamericana?

-No lo sé. Eso lo creó un compositor de Nicaragua en los años treinta del siglo pasado. Tino López Guerra se llamaba, posiblemente inspirado en la belleza de un país en la era pre-plástico, pre-narcos y pre-presas.

-¡Y algunos ticos se la creyeron!

-Efectivamente, algunos ticos se la creyeron.

-Los que no se la creyeron fueron los suizos, porque nunca he escuchado una canción de ese país que diga que Suiza es la Costa Rica de Europa.

-Exactamente. Ticos, nicas, salvadoreños y el resto de centroamericanos somos la misma carajada, con algunos matices propios de la historia de cada país que a veces marcan alguna diferencia.

-Como el nivel de vida del tico, que ha bajado notoriamente desde hace algunos años. Pero yo creo que es porque nos hemos ido quedando sin país. Vea usted: ya no somos dueños de nuestros puertos de los aeropuertos ni de nuestras carreteras. Todo ha sido puesto en manos de monstruos transnacionales por nuestros gobiernos burgueses. Yo creo que toda esa entrega de nuestros recursos es la que está socavando la economía del país. Vea el ICE, ahí se lo están rifando entre varias transnacionales. Lo mismo sucede con el INS. Hace unos días hubo en el centro de San José un incendio que pudo ser catastrófico, pero la oportuna intervención de los bomberos logró salvar muchos comercios y hasta vidas humanas. Pero fueron efectivos del INS, porque las otras aseguradoras que intentan posicionarse en el país, sólo piensan en las ganancias que les produce su negocio, pero no gastan un centavo en la compra de una simple motocicleta de apagar incendios, y menos en equipo avanzado…

-Bueno sí. Se habla de introducir competencia…

-Eso es falso, tío Abio. A esos niveles no hay competencia, sino un salvaje forcejeo a codazo limpio a ver cuál se queda finalmente con el negocio. Yo creo que la competencia solamente se da, hoy por hoy, entre pulperías de barrio. Porque ya ni entre supermercados, ¿ha visto? Ya no queda criollo con super, y algunos se van convirtiendo hasta en futuros bancos a cuenta del pago de recibos.

-¡Usted no anda tan perdido, Juan!

-No, qué va… Fíjese que a propósito de bancos, yo creo que eso del cementazo y lo de Yanber tiene un propósito retorcidamente pérfido, artero traidor y todo lo malo que pueda esconder una maniobra de ese tamaño.

-¿Y usted cree que eso es una maniobra?

-Pues es que yo tengo una mente tan traviesa que creo que lo que buscan con esas operaciones es quebrar los bancos del estado. Ya quebraron el Anglo, siguió el Crédito Agrícola, y ahora tienen en la mira al Costa Rica y al Nacional, para terminar de destruir la banca nacionalizada, una de las instituciones que contribuyó a marcar nuestro nivel de vida. Es lo que se me ocurre, sin que pueda afirmar que sea cierto, lo cual sería demasiado audaz. Es simplemente un tema de imaginación. Yo creo que lo que nos dio a los costarricenses un modo de vida un poquito mejor que el resto de Centroamérica no fue un milagro, sino la existencia de instituciones como las que le mencioné: el ICE, EL INS, el mismo INVU, la Caja del Seguro, la protección al trabajador mediante las garantías sociales… Y ahora todo eso nos lo están arrebatando, al tiempo que nos amenazan con más impuestos para paliar el déficit fiscal. Yo creo que a este pueblo sólo le está quedando la vía de la calle, y que como fin inmediato debe proponerse la creación de un frente nacional que tenga como objetivo el rescate de nuestras instituciones.

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