Chile se mueve de cara al segundo turno electoral del 17 de diciembre

Santiago de Chile
Sin que se asiente todavía la polvareda que la elección del domingo levantó, comienzan a perfilarse en Chile los movimientos políticos con que cada uno busca reacomodarse para la nueva carrera: un segundo turno que se disputará entre el candidato oficialista, Alejandro Guillier y el conservador Sebastián Piñera.
Un día antes de las elecciones se podía leer: “el fallo del centroizquierda fue no respetar el deseo los chilenos que adoran el consumo y no quieren reformas tan fuertes”. Era una analista, consultada por un medio internacional. Pero había una opinión muy difundida de que los chilenos estaban hartos de las reformas –ciertamente muy moderadas– del gobierno de la presidente Michelle Bachelet.
Por lo tanto, el expresidente Piñera aparecía como franco favorito en las encuestas y no faltaba quienes consideraban las elecciones como un mero formalismo que vendría a ratificar un giro a la derecha en el país.
No fue así y si bien Piñera Logró la primera mayoría, con poco más de 36% de los votos, y una ventaja de casi un millón sobre el segundo, Guillier, con casi 23%, la gran sorpresa fue la alta votación del Frente Amplio (FA) que le pisó los talones, con poco más de 20%.
Un panorama que nadie esperaba
A la derecha de Piñera, José Antonio Kast hizo campaña reivindicando la herencia de la dictadura de Pinochet. Sacó casi 8% de los votos. Otro Kasta, Felipe, su sobrino, diputado, logró un escaño como senador y ya se incorporó a la campaña de Piñera para la segunda vuelta. Contra Piñera compitió en las primarias Manuel José Ossandón. La hermana de Ossandón, quien nunca se integró al comando de PIñera, insiste en que este debe llamarlo, si quiere cerrar filas y enfrentar en mejores condiciones la segunda vuelta.
Lo cierto es que, de favorito en el primer turno, Piñera ahora parte en desventaja para el segundo.
Por el otro lado, Guillier tiene dos desafíos. Uno, asegurarse los votos de la de Democracia Cristiana, que decidió correr por fuera en la primera vuelta, separada de la coalición que hace cuatro años llevó a Bachelet al poder. Su candidata, Carolina Goic, no alcanzó 6% de los votos. La dirección del partido, su Consejo Nacional, reunido el lunes, decidió apoyar oficialmente a Guillier. Una decisión que no entusiasmó al sector más conservador del partido.
Pero la partida se decidirá del otro lado: de la izquierda
Conformado por un conjunto diversos de pequeños partidos, el FA deberá definir su posición. Lo más claro es que no quiere, por ningún motivo, el triunfo de Piñera. Otra cosa es la forma como se expresarán de cara a la votación del 17 de diciembre.
“A Chile no le conviene que Piñera sea Presidente, pero tenemos que ser capaces de interpretar aquella desconfianza al proyecto de la Nueva Mayoría (la coalición de gobierno actual) que se ve expresada en nuestra votación, sin renunciar a nuestra coherencia”, dijo a un medio local Giorgio Jackson, de Revolución Democrática, el grupo de más peso en el FA, reelecto diputado con más de cien mil votos, la mayor votación nacional. “Nosotros no queremos ser parte del gobierno. A partir del 11 de marzo (cuando asumirá el nuevo gobierno) nosotros nos paramos desde la vereda de la oposición”, afirmó.
¿Qué reivindica el FA a Guillier para la segunda vuelta? Jackson hizo un listado: no más AFPs (las muy cuestionadas operadoras privadas de pensiones), una asamblea constituyente, un sistema de seguridad social también en la salud, un impuesto a los súper ricos, bajar el sueldo de los parlamentarios a la mitad y limitar las reelecciones.
Patricio Tombolini, integrante del comité estratégico de Guillier, dijo que “es importante lograr entendimiento con el FA”, pero agregó: “no se puede fijar vetos al conversar».
En todo caso, con menos de cuatro semanas para el segundo turno, tampoco se pueden alargar las conversaciones que conformarán el nuevo escenario político de las elecciones presidenciales chilenas.
FIN