Calles, huecos, OAS, corrupción e impunidad

«En 2013 la fiscalía de Probidad, Transparencia y Anticorrupción abrió una investigación relacionada con la concesión de la carretera San José-San Ramón. La misma fue otorgada a la empresa brasileña OAS, ahora cuestionada por el caso Odebrecht, investigación por corrupción realizada desde Estados Unidos”. (CRHoy Octubre 2014). En la edición del 16 de diciembre del 2014, dice el mismo periódico: “Una serie de allanamientos realizados por la Fiscalía de Probidad en 2013 buscaban aclarar el procedimiento de la negociación de la empresa OAS en Costa Rica, con la ruta San José-San Ramón. En mayo de ese año, el fiscal anticorrupción, Juan Carlos Cubillo, había asegurado que se trataba de una “pesquisa de un caso de mega corrupción y el expediente menciona a 17 personas, entre ellas Laura Chinchilla, Oscar Arias Sánchez, Rodrigo Aria Sánchez, Pedro Castro y otros» (eso sí, el sistema de gestión de la Fiscalía dice que la causa se sigue “contra ignorado”. Es decir, aún no hay imputados individualizados).

Continua el periódico citado: “La denuncia por ese caso se tramita bajo el expediente 13-000027-0621-PE y señala que el representante de OAS en Costa Rica, Humberto Pereira Diniz “participó en las negociaciones con los imputados Oscar y Rodrigo Arias Sánchez, y firmó el contrato de cesión de Autopistas del Valle S.A. a OAS, utilizando una doble representación, con lo cual disimularon el pago de treinta y tantos millones de dólares por la cesión o traspaso—imposible jurídicamente de la concesión—con ello lograron de manera fraudulenta incrementar los costos de la obra”.

Sigo copiando la misma nota: “Los allanamientos se realizaron desde inicios de 2013. Cuando la Fiscalía recolectó toda la documentación del caso, impidiendo que se diera a conocer públicamente. Pese a la gravedad de los hechos denunciados y a que toda la información está en manos de la Fiscalía desde hace casi dos años, las pesquisas no avanzan”.

El final es bien conocido, un pago millonario por nada. Ni aunque estuviéramos nadando en un mar de abundancia, pero hoy el mar es de pobreza y dolor. Como siempre en este régimen unos, la mayoría, tienen mil razones para afligirse y otras aún más para burlarse del dolor ajeno.

Me parece que las citas del trabajo periodístico son muy claras. No hacen falta mayores explicaciones. Luego volveremos sobre el mismo tema.

 

Por: Humberto Vargas Carbonell
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