La unidad popular no nace de la nada, tiene que ser el resultado de la búsqueda de la coincidencia política en lo fundamental y del respeto mutuo

la-unidad-popular
Por: Humberto Vargas Carbonell

Don Rodolfo Ulloa se complace con los contratiempos y problemas del Partido Vanguardia Popular. Así lo hizo saber en un comentario publicado en FB. Sin conocer el fondo del asunto, se alegra de que el TSE impidió nuestra inscripción en la Provincia de Limón.

Es un revés de poca monta puesto que no dependemos de trámites electorales, más nos interesa la organización de los trabajadores y de todo el pueblo. Organización para la lucha por la justicia social y por el respeto a la soberanía nacional. Un pueblo dueño de su destino y una patria no subyugada por el imperialismo solo podrán alcanzarse por una sólida unidad de los explotados, los oprimidos y los discriminados.

Todo lo demás son pequeñas ambiciones, cuando no minúsculos negocios.

No renunciamos a la lucha electoral, pero no como un medio para buscar componendas con los burgueses sometidos al imperialismo, sino como una trinchera para la agitación política y para la educación revolucionaria de las masas.

Créame que el desbarajuste ideológico de la fracción del Frente Amplio y el sinsentido de su meta estratégica, que es la alianza con la burguesía, no nos complacen.

Lo dijimos en el momento en que el entonces jefe de fracción, señor Vargas, afirmó que el “gobierno de Solís representaba el tránsito a la izquierda”.

Nos habría gustado más que el Frente Amplio hubiera sido fiel a su adjetivo de izquierdista y mayor aun sería nuestra complacencia si se hubiera forjado una alianza entre partidos de la auténtica izquierda.

Don Rodolfo y otros de su partido saben que el PVP ha tenido que vencer enormes dificultades, políticas y económicas.

Los problemas políticos nacieron de la insensata división de sus filas y los económicos del robo descarado de los bienes que legítimamente le pertenecían. Cuando ocurrieron estos hechos nefastos también don Rodolfo se complació y aportó tanto como pudo.

Un consejo respetuoso: no cante gloria, don Rodolfo, que muchos en el estribo suelen quedarse a pie. Pronto lo verá.

Facebook Comments