La paz no es sinónimo de sumisión, solidaridad con Venezuela lo es con todos los pueblos que quieren vivir en paz
Por: Humberto Vargas Carbonell
Algunos de los acérrimos enemigos del pueblo venezolano y de la Revolución Bolivariana, han rechazado, al menos formalmente, las amenazas del Presidente bruto de los Estados Unidos, Donald Trump.
Puedo asegurar que no se tiraran del barco, aunque el capitán Trump haya perdido el juicio y, en consecuencia, el control del timón así como la capacidad de interpretar la brújula.
La CELAC declaró a nuestra américa región de paz, pero la paz no es sinónimo de sumisión. Si el imperialismo pretende aplicar a Venezuela y a Latinoamérica la fórmula violenta puesta en práctica en otras latitudes, se incendiará todo el continente. Cada rincón se convertirá en una trinchera.
Los principales enemigos-vendidos de la Revolución Bolivariana se han pronunciado contra la intervención.
El señor Nicolás Boeglin, en su blog dedicado a la enseñanza del Derecho Internacional ha recogido los pronunciamientos de algunos gobiernos y nosotros copiamos algunas líneas.
PERU
El Perú rechaza cualquier amenaza o el uso de la fuerza no autorizado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas»
COLOMBIA
En este sentido, rechazamos medidas militares y el uso de la fuerza en el sistema internacional. Todas las medidas deben darse sobre el respeto de la soberanía de Venezuela a través de soluciones pacíficas».
MEXICO
El gobierno de México, con pleno apego a las normas y principios de derecho internacional contenidos en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas y en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, expresa su rechazo al uso o amenaza de uso de la fuerza en las relaciones internacionales, y afirma que la crisis en Venezuela no puede resolverse mediante acciones militares, internas o externas.
MERCOSUR
Al mismo tiempo, los países del MERCOSUR consideran que los únicos instrumentos aceptables para la promoción de la democracia son el diálogo y la diplomacia. El repudio a la violencia y a cualquier opción que implique el uso de la fuerza es insoslayable y constituye la base fundamental de la convivencia democrática, tanto en el plano interno como en las relaciones internacionales.
Antes se había publicado un pronunciamiento semejante del gobierno de Chile.
Una última observación: el Gobierno de Costa Rica se pronunció contra la Asamblea Nacional de Constituyente con una premura insensata: mientras los venezolanos votaban, ya el gobierno estaba condenando ese proceso electoral. Pero no ha dicho ni una palabra sobre las insensatas amenazas del presidente bruto del Norte.