La consigna latinoamericanista es solidarizarse con el pueblo venezolano y condenar la agresión imperialista
Por: Humberto Vargas Carbonell
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hace un llamamiento a los gobiernos y a los pueblos de América Latina a encontrarse hasta lograr el equilibrio, el respeto mutuo y la paz.
El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, declara que no está excluida una invasión a Venezuela.
Venezuela ha logrado fortalecer el principio de la vida en paz gracias a la elección de una Asamblea Nacional Constituyente. Ahí están los hechos. El 30 de julio produjo un cambio en la vida del pueblo, los violentos fascistas se aislaron y renació la esperanza de superar todas las dificultades en paz y fraternalmente.
Mientras tanto alza su voz el enemigo de la paz, de la concordia, de la unidad de los pueblos; habló Trump.
Maduro se pronunció por el equilibrio del mundo como base de la paz, es decir de la vida.
Trump se pronunció por la guerra, por la muerte y el dominio infame sobre los pueblos.
Uno tiene razón y el otro vomita odio.
Uno, Maduro, lucha por la democracia y por la justicia para todo el pueblo trabajador y Trump para los grandes millonarios que pretenden imponer su poder, es decir, su dominio explotador sobre todos los pueblos de la tierra.
Para los latinoamericanos el pensamiento martiano sobre el equilibrio del mundo ha de ser brújula certera.
Solidaridad con el pueblo venezolano es para que viva en paz y con justicia social.
Si es agredido esa solidaridad deberá seguir nuevos rumbos.
En Venezuela se juega el destino de la libertad en todo el continente.
En todos los rincones de la tierra donde están presentes la violencia y la muerte está presente el imperialismo.
Los venezolanos y como ellos, en todos los rincones de la tierra los pueblos tienen derecho a la paz y a vivir con dignidad.